FIESTA MOROS Y CRISTIANOS

 

ALCOY (ALICANTE)

 

espléndidas vestimentas medievales en la celebración de la fiesta a su paso por la ciudad de los puentes

 

Del 22 al 24 de abril

Alcoy está situado en un valle natural rodeado por estructuras montañosas, en la confluencia de los ríos Riquer y Molinar, que forman el Serpis a su paso por la población.

 

balcones engalanados con el símbolo de la cruz invitan a presenciar este gran festejo


A 54 kilómetros al norte de su capital, se caracteriza por un áspero clima la mayor parte del año, y muy pocos terrenos cultivables. Alcoy se ha especializado en la actividad fabril, sobre todo en los sectores del papel y textil.

los atavíos árabes proliferan por doquier en toda la ciudad

 

 

 

 

 

 

 

las calles de la localidad de alcoy se transforman en un legendario escenario donde se reviven estampas del pasado medieval

 

 

 

 

Buena parte del terreno de la ciudad se sustenta sobre barrancos unidos por puentes; de ahí que se la conozca con el sobrenombre de la ciudad de los puentes.

 

todos los que acuden disfrazados a la celebración alcoyana de moros y cristianos son acogidos con gran admiración por los espectadores

 

Bellas y grandes avenidas, en una urbe plena de cuidados edificios, que recuerdan el esplendor ya alcanzado en la segunda década del siglo XX.

En sus alrededores, diferentes y abundantes yacimientos arqueológicos delatan la existencia de asentamientos remotos.

 

como suele ocurrir en todas las fiestas, los niños participan con gran ilusión imitando a los mayores y tomándoselo muy en serio, como podemos comprobar en esta fotografía

 

Se remonta a la época árabe, en que se instalaron las primeras fábricas.

En el siglo XIII, Jaime I de Aragón la reconquistó a los musulmanes aunque poco tiempo después tendría que hacer frente a la sublevación encabezada por el caudillo árabe Al-Azraq; éste es el origen de las famosas fiestas actuales de Moros y cristianos.
 

además de los actos religiosos, en alcoy se organiza un mercado medieval en donde se pueden adquirir productos de la tierra

 

 

 

 

 

 

algunos de los trajes de determinados fieles destacan especialmente por su colaborada factura y espectacularidad, participantes disfrazados de moros, oponentes de los cristianos, a su paso por las calles de alcoy. cualquier lugar es bueno para descansar, pues los actos del festejo resultan agotadores. tanto los trajes de los moros como los de los cristianos están confeccionados con sumo cuidado, no les falta detalle

 

 

Destacan en su casco antiguo la iglesia de Santa María y el Ayuntamiento, en la plaza principal, o el Museo Arqueológico Municipal Camilo Visedo Moltó y el Museo de la Fiestas de Moros y cristianos, instalado en el caserón señorial Casal de Sant Jordi, de visita imprescindible para admirar y comprender mejor esta fiesta.
 

Según la leyenda, el día 23 de abril de 1276 la ayuda milagrosa de Sant Jordi (o San Jorge) salvó a los cristianos defensores de la Plaza de Alcoy, diezmando el ataque de las huestes sarracenas de Al-Azraq, el cabecilla de la rebelión morisca.
 

Desde entonces los alcoyanos celebran estos acontecimientos cada abril con festejos religiosos y populares en honor de su salvador y patrón.

 

los alcoyanos cuidan en extremo los detalles de sus disfraces, consiguiendo un resultado espléndido de colorido y credibilidad de sus personajes

La primera referencia sobre esta conmemoración (la Célebre Centuria del cronista Carbonell, de 1672), ya describe festejos religiosos y populares, que se venían celebrando desde antes incluso, con la aparición de compañías (Moros–Christianos y Cathólicos-Christianos), que constituyen el origen de las veintiocho filaes que hoy siguen formándose.


 

Algunos de los pequeños se rinde y echa una cabezadita en medio dewl tum,ulto que parece ignorar

 

 

Los participantes se atavían con vestimentas medievales y recorren las calles, danzando al son de marchas moras y cristianas.

 

La trilogía festera se celebra los días 22, 23 y 24 de abril.
 

La primera jornada está dedicada por completo a los desfiles, teniendo lugar por la mañana la Primera Diana y las Entradas de cristianos; tras recorrer la ciudad, su capitán recibe las llaves del castillo (una estructura que se ha levantado en la plaza), y en cuya torre ondea desafiante la cruz de San Jorge.
Ya por la tarde desfilan los Moros.
 

Son 28 las filae (llamadas así porque deben marchar en largas filas) participantes las que deben agruparse, en correcto orden.

Cada una tiene un capitán al mando y una banda de música propia, que interpreta su marcha particular.

Hay representación de todos los reinos cristianos; escuadras de asturianos, castellanos, vascos (pertrechados de sus temibles bolas con pinchos), guzmanes (los más sobrios), mozárabes, almogávares, navarros, montañeses, aragoneses…

Después, entre aplausos del personal y lluvias de serpentinas y confeti, desfilan mudéjares, abencerrajes, berberiscos, judíos y las tropas negras…
 

Todos los musulmanes están liderados por el capitán moro, que desfila protegido bajo su sombrilla de seda, y seguido de su escuadra de esclavos.
 

El 23 y coincidiendo con el día de San Jorge, su Patrón, se concentran los actos de carácter religioso; celebración de la solemne Misa Mayor y procesiones de la Reliquia y la General. El 24, denominado día del Alardo, tiene lugar la muy batalla de arcabuzazos.

En las ediciones más recientes se han llegado a consumir hasta 7.000 kilos de pólvora.

 

la expectación de los desfiles es tal que la gente se amontona en los balcones para no perderse detalle

 

Tienen lugar también las Embajadas, con libreto de más de siglo y medio. Los actos concluyen con la Aparición de Sant Jordiet, simbólica representación (encarnada por un niños), que surge entre nubes de colores sobre las almenas del castillo, mientras lanza las flechas que lograron la victoria contra el infiel.
 

La cruz roja de San Jorge preside la ciudad por doquier.

En las casas y en los locales de las filae se recuperan banderas, chilabas, turbantes, cimitarras, estandartes, ropajes, espadones y demás atavíos.
 

Consciente de su papel, cada alcoyano siente que ser moro o cristiano es algo más que interpretar un paso durante unas horas; se lleva en la sangre hasta tal punto que muchos vecinos inscriben antes a su s recién nacidos en la filae correspondiente que en el Registro Civil.
 

La Fiesta de Moros y cristianos de Alcoy, la más antigua de las que hoy se celebran, fue declarada en 1965 Fiesta de Interés Turístico, y en 1980 Fiesta de Interés Turístico Internacional, juntamente con los Sanfermines de Pamplona, las Fallas de Valencia.

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