las botargas son seres fantásticos y mitológicos que hacen su aparición en numerosas celebraciones invernales del calendario festivo de guadalajara

GUADALAJARA Fiestas invernales

Son las botargas elementos festivos presentes en algunos pueblos serranos de Guadalajara.

Suelen ser varones cubiertos con vestidos multicolores y caretas de madera.

Llevan cachiporras y látigos con los que persiguen a los niños y mujeres que encuentran.

No hablan, pero advierten su presencia con el repicar de sus cencerros y cascabeles que tintinean incesantemente mientras bailan en honor de la Virgen o del Santo Patrón.
 

Las botargas son seres invernales, bárbaros y aterradores.

Es una figura ancestral.

con triple arlequinado y careta de madera o cartón, las botargas son personajes ancestrales que han pervivido en la

memoria de numerosos pueblos castellanos y que aún hoy se convierten en singulares protagonistas de ritos, tanto

profanos como religiosos

las botargas suelen ser varones cubiertos con trajes de llamativos colores que corretean por las calles persiguiendo a los chavales del pueblo

Salen después de Reyes, por San Sebastián (18 de Enero), por la Virgen de la Paz (24 de Enero), por la Candelaria (2 de Febrero) o por Santa Águeda (5 de Febrero).

Pero el día que lucen con más brillo es el día de San Blas (3 de Febrero).

Y surgen en los lugares de la margen central del río Henares, en las vertientes meridionales de la sierra central de Guadalajara.
 

Se disfraza con ropaje arlequinado de bayeta roja y gualda.
Ocultan su rostro con una máscara espantosa, de madera o cartón, y en ocasiones con un capuchón con multitud de orejas simuladas.

Cuelgan de sus cinturas ristras de enormes cencerros, tilines y cascabeles.
 

Y pueden llevar un saco lleno de cenizas, pelusa de espadaña, paja molida y otras hierbas, que arrojan sobre las muchachas cuando las hallan al paso.

Saltan por la calle dando gritos, persiguiendo al mocerío, metiéndose en las casas de los vecinos para coger chorizos, conservas, dulces…
 

el paisaje castellano se viste de gala con los vivos colores que le ofrecen las botargas que, con sus pintorescos

disfraces policromados, alñegran muchas de las fiestas invernales: reyes, san sebastian, la paz, la candelaria, san blas

muchos son los municipios que recogen la ancestral tradición de las botargas: valdenuño fernández, arbacón, aleas, montarrón... en todos ellos, se trata de un personaje multicolor que, con látigos y cachiporras, asusta y persigue a cuantos halla a su paso

La botarga suele encabezar las procesiones en honor de la Virgen, delante de su imagen. Y se convierte en protagonista de las fiestas, del cante y el baile que se organizan en el pueblo.

Las botargas dirigen el baile de paloteo de los mozos; se introducen en el templo, donde danzan y se contonean delante del altar.

Por las noches, mientras golpean los portales, cantan:
 

¡Botarga, la larga la cascaruela!
 

Piden como limosna, caridad, vino y trigo, y finalizan sus intervenciones con batallas campales de naranjas u otros frutos.

Se comparten dulces, los panecillos anisados, que se toman por San Basilio (día siguiente a San Blas) y que tienen efectos curativos para la garganta.
 

Las comitivas de danzantes recorren las calles de los municipios de Guadalajara: Valdenuño Fernández, Arbacón, Aleas, Beleña del Sorbe, Robledillo de Mohernando, Montarrón…
 

La Ruta del Arcipreste está cuajada de fiestas que erigieron a las botargas como protagonistas.

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