la endiablada constituye una admirable muestra de folclore y tipismo castellano manchego, considerada fiesta de interés turístico nacional

ALMONACID DEL MARQUESADO (CUENCA)

del 1 al 3 de febrero

Cada año, los primeros días de febrero transforman el pequeño pueblo de Almonacid del Marquesado en escenario único de la mítica Endiablada.

Almonacid, a pesar de su escaso número de habitantes, posee una de las joyas festivas más importantes del calendario castellanomanchego.
La celebración se extiende durante los tres primeros días de febrero, dedicados a la Virgen de la Candelaria y a San Blas.

Varias son las hipótesis y leyendas que giran en torno a la Endiablada.

los diablos con pintorescos disfraces policromados celebran esta fiesta en honor de la

virgen de la candelaria y de san blas

los más pequeños, luciendo vistosos y coloridos trajes, no quieren faltar a la divertida cita de la endiablada

Hay quienes creen que los diablos representan a los moros sometidos a la Ley de Cristo, o a los espíritus malignos que tentaron a San Blas.

Otros la relacionan con danzas africanas, que fueron cristianizadas.
 

Los hay que defienden que unos diablillos acompañaron a la Virgen María al templo en el momento de presentar a su hijo Jesús, al son de cencerros y campanillas para que , con el ruido, la doncella pasase desapercibida.
 

Hacia la Baja Edad Media desaparecen los primeros datos de esta tradición.

Un pastor halló una imagen de San Blas y corrió, con el resto de los pastores, a llevar el Santo al templo de Almonacid.

Una vez allí, limpiaron su rostro y abrieron las puertas parroquiales para que los vecinos se acercaran a alabarlo al son de cascabeles y campanillas.

tras los actos religiosos, los diablos se reúnen en la plaza mayor para continuar la fiesta con bailes y danzas típicas de la región

en el interior de la iglesia, además de ofrendas y oraciones, los diablos dedican una bella danza a la virgen patrona

Este rito es Fiesta de Interés Turístico Nacional.
 

Comienza al anochecer del día 1 de febrero, cuando los vecinos, vestidos de diablos, se reúnen en casa del Diablo Mayor (o jefe de la endiablada) para recordar las promesas que sus antepasados hicieron al Santo Patrón.
 

la procesión de la candelaria destaca por la alegría y colorido de sus participantes. la música de los cencerros y cascabeles, el continuo repicar de las campanas, los vítores y oraciones acompañan a la santa durante todo el recorrido

Solicitando el permiso del alcalde, recorren las calles haciendo repicar cencerros.

Se dirigen a la puerta de la iglesia, donde rezan a la Virgen de la Candelaria y a San Blas, reafirmando su fe y ofreciendo con ello un ejemplo de devoción cristiana.

La celebración se reparte entre los dos días siguientes.

El 2 de febrero, con el amanecer, la Endiablada recoge una ofrenda a la Virgen (una gran torta de mazapán) que va mostrando de casa en casa, donde aportan otros presentes en honor de su Patrona.
 

La comitiva de Diablos acude a la iglesia para ofrecer las ofrendas recogidas e iniciar al son de las campanadas la procesión de la Virgen de la Candelaria.

Finaliza la procesión con la Santa Misa, a la que sigue una bella danza en el interior del templo, como agradecimiento a los cuidados de la Santa.
 

Tras una bulliciosa comida de Diablos, éstos mudan sus tocados por mitras, se quitan las caretas y se preparan para los actos de la tarde, en honor de San Blas, al que lavarán la cara con aguardiente en vez de agua.

los diablos lucen coloridos disfraces que completan con un tocado de flores (para adorar a la virgen) o una mitra (en honor de san blas)

Terminados los actos religiosos, vecinos y diablos se reúnen en le Plaza Mayor, donde continuarán con la fiesta hasta el amanecer.
 

El día siguiente es similar con alabanzas y adoraciones en honor de los dos Patrones.
 

Las ofrendas recogidas durante esta jornada serán para la Endiablada, verdadera protagonista de esta pintoresca celebración festiva.

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